Amén de que la dama ha tenido también contactos con los humanos, con quienes ha emparentado en ocasiones.
De todos los genios relacionados con la señora, el más destacado posiblemente es Maju, considerado esposo de ésta Habita en las profundidades terrestres y sólo asoma a la superficie cuando va a encontrarse con Mari.
Dicen que cuando ambos están juntos, se fraguan grandes tempestades de granizo y piedra.
Creen que la visita conyugal tiene lugar los viernes, aunque en otros puntos, cconsideran que tal día simplemente va a peinarla, y que lo hace a las dos de la tarde.
Mari es el numen principal de la mitología vasca pre-cristiana. Divinidad de carácter femenino que habita en todas las cumbres de las montañas vascas, recibiendo un nombre por cada montaña.
La más importante de sus moradas es la cueva de la cara este del Anboto, a la que se conoce como “cueva de Mari”, “Mariyen Koba” o “Mariurrika Kobea”, que atribuye a Mari el nombre de “Mari de Anboto” o “Dama de Anboto”.
Su consorte es Maju o Sugar, sus asistentes las sorginas, De su relación con Maju, o Majue, genio que también es confundido a veces con Sugaar-la gran serpiente o dragón vasco-, y a quien ya hemos dedicado otro apartado de este trabajo, Mari tuvo dos hijos, uno bueno y otro malo. El bueno se llamaba Atarrabi, y Mikelats el malo, que están siempre enfrentados. De Atarrabi, se dice que junto con su hermano menor, Mikelats, estudió en una caverna del diablo, quien le enseñaría.

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